Tiempo libre juntos: cómo disfrutarlo sin roces

En las vacaciones se pone a prueba la tolerancia y las ganas de compartir salidas en pareja. El acuerdo y el diálogo previo son claves.

Tiempo libre juntos: cómo disfrutarlo sin roces
Tiempo libre juntos: cómo disfrutarlo sin roces

Con la rutina y las obligaciones laborales, el tiempo que se comparte en pareja es acotado. Por lo general el horario de la cena es el momento de encuentro. Y no mucho más.

Pero cuando llegan las vacaciones y nos disponemos a disfrutar de los días de ocio, comienzan los rroces en el hogar, y el ponerse de acuerdo para programar una salida puede terminar en discusión.

Por eso la decisión no sólo depende de quien tome la posta y decida, sino que se necesita del acuerdo y la conformidad de ambos, para disfrutar juntos y no fracasar en el intento.

"La clave es la negociación, es un contrato no escrito ni aburrido. Si no que se pauta de antemano para evitar los roces", comenta la licenciada en psicología Beatriz Goldberg especialista en pareja y familia.

Y continúa: “Hay que poner un plan de antemano, sobre todo en época de ocio, porque con la rutina siempre hay excusas y otras tareas, entonces cada uno solo termina haciendo lo que quiere. Y el problema son los tiempos libres. Pero hay que negociar, porque en la pareja hay alguno que pesa más y en este sentido predominan sus gustos y no los del otro”.

– ¿Y qué pasa cuando el que cede es siempre el mismo?

– Lo importante es que uno no ceda todo, porque así terminás concediendo a costa de tener una cara larga o sentirte mal. El “hacemos lo que vos quieras” y la decisión unilateral puede resultar contraproducente.

Lo importante es que uno pueda objetarle a la pareja y puede hacer algo entre los dos. Aunque hay parejas en las que sus integrantes que no quieren estar todo acompañándose, entonces pueden repartir cada uno sus actividades y pautar alguna en conjunto. Es importante que ninguno de los dos sienta que la decisión es unilateral porque si no después se ‘pasa factura’”.

Familias ensambladas y pareja

En la actualidad la dinámica familiar que viven las parejas no es la misma que hace dos décadas. Es habitual que, tanto la mujer como el hombre, tengan hijos y en época de vacaciones quieran compartir su tiempo con ellos.

En este sentido darle espacio y tiempo al otro es un punto crucial para que no sólo los adultos se sientan en el medio, y para que los hijos no perciban que hay malestar o que no quieren compartir su tiempo con los padres.

“Si uno de los dos tiene hijos y no quiere compartir todo el tiempo, se le puede dar espacio al otro, para que también lo vean los hijos. Y no que la pareja sienta que deba ceder el espacio.

La transmisión en el diálogo es una técnica, porque si no uno le echa la culpa al otro. Y no es así. Además los hijos necesitan un espacio propio con alguno de los padres, aun cuando sean de la propia pareja.

Eso es muy sano. Y aprovechar que uno de los dos tiene hijos y debe pasar tiempo con ellos, programar actividades juntos. Se pueden usar los mismos tiempos o dejarles ese espacio”, sostiene Beatriz Goldberg quien plantea el tema en su libro “Tuyo, míos y nuestros”.

– ¿Hay que priorizar un momento en soledad con la pareja en esta dinámica familiar con hijos?

– Sí, porque hay muchas piezas en el rompecabezas. Hay momentos en que es bueno que estén con los hijos y también solos. Porque si cada uno está con sus hijos y después todos juntos, se necesita el momento de soledad entre ellos.

Vacaciones, tiempo de conexión

Para muchos, las vacaciones representan un momento para el disfrute, el descanso y en la intimidad de la convivencia se pueden presentar situaciones de descontento y discusión en los vínculos de pareja.
El tiempo compartido pone a prueba la tolerancia y las ganas de compartir con el otro.

– ¿El tiempo libre se presta para el roce y la discusión?

– Sí, uno no tiene la excusa del trabajo. Por eso es muy importante la negociación y darse cada uno su espacio. Una salida en conjunto con el otro también, para que no se sientan desplazados, porque si no vienen los celos y reclamos. En la actualidad las parejas no quieren pasar las 24 horas del día juntos. Y cuando eso sucede no están bien, porque no están acostumbradas.

– La mujer, ¿reclama más que el hombre?

– A veces es de los dos el reclamo. Lo importante es no improvisar situaciones o salidas, para que no surja el reclamo. Hay actividades que ya se conocen de antemano y no es bueno decirle cinco minutos antes de una reunión que se va solo, a sabiendas de que el otro tiene planes. Entonces cuando no se habla trae una discusión.

En general la mujer reclama más, porque acepta. En el fondo hay uno de la pareja que es más organizado y el que arma todo. Y esas decisiones no las podés comunicar sobre el momento al otro, porque da lugar al reclamo y a la discusión. Inconscientemente a veces se sabe que boicoteamos al otro. A veces el hombre dice, pero hay mujeres que solapadamente deciden. O aprovechan, acumula enojos y se juntan muchas facturas difíciles de saldar.

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