Los aumentos de electricidad, gas y agua que faltan

Los incrementos en las tarifas de luz, Asígas y agua continuaran durante los meses que restan hasta llegar a mitad de año por lo menos.

Todavía la Secretaría de Energía no define cuál será el porcentaje que subirá la electricidad desde mayo, servicio que se ha incrementado 159 por ciento desde diciembre hasta abril, además se han reducido drásticamente los subsidios que recibían los clientes.

También con las boletas de mayo y junio llegarán los fuertes incrementos del gas con subas tanto en el cargo fijo como en el variable y se actualizarán todos los meses por lo que planificar un presupuesto sabiendo con precisión cuánto gastaremos en servicios será complicado porque los aumentos llegaron para quedarse.

Por su parte, el gobierno provincial definió el incremento del servicio de agua. En abril subió 33% y lo mismo se incrementará en junio. A partir de ese mes probablemente se incremente cada 30 días según han solicitado desde la empresa Aysam.

Como sabemos el gobierno nacional de Javier Milei, ya desde la campaña política, avisó que iba a quitar subsidios a los servicios y actualizar las tarifas atrasadas.

El impacto se está comenzando a sentir básicamente en el servicio de electricidad, tanto en comercio como en los clientes residenciales.

Lo mismo sucede con el agua que en diciembre el ex gobernador Rodolfo Suárez dispuso un incremento del 46%, en febrero subió 33% y en abril volvió a incrementarse el mismo porcentaje.

Así las cosas, el peso que tiene el combo de tarifas de servicios públicos sobre la canasta familiar se duplicó en los últimos meses en medio de la quita de subsidios para mejorar las cuentas públicas.

Una canasta de servicios públicos, tomando como ejemplo el AMBA, que incluye el consumo de energía eléctrica, gas natural, agua potable y transporte público, pasó de costar $30.100 en diciembre a $102.779 este mes, según el Observatorio de Tarifas y Subsidios en el Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP), que depende de la UBA y el Conicet.

El Gobierno decidió en los primeros cinco meses de gestión recomponer rápidamente parte del costo de los servicios de gas, electricidad, agua y transporte público, y avanzar en regularizar los precios relativos para lograr el objetivo de equilibrio financiero este año.

En este contexto, aumentó el boleto de colectivo en el AMBA alrededor del 410%, desde una tarifa mínima de $ 52,96 en diciembre hasta $ 270 en febrero.

También aplicó una fuerte quita de subsidios a la electricidad y gas, y recompuso las tarifas a las empresas distribuidoras y transportistas de esos servicios.

El último anuncio fue la suba del 209% en la boleta de AySA, para el servicio de agua, en un esquema que impactó directamente en el bolsillo de los hogares.

Se trata de un aumento del 241% en apenas cuatro meses, que va en la dirección contraria de la dinámica de los salarios, que pierden poder adquisitivo debido a la aceleración inflacionaria. De hecho, según el IIEP, la canasta de servicios públicos del AMBA pasó de representar el 6% de un salario promedio de un empleado formal al 13% este mes.

Para hacer los cálculos, el IIEP tomó en cuenta el consumo estacional típico de cada mes, que varía según la temperatura en el caso del gas y la electricidad.