Atender reclamos sin otorgar concesiones - Por José Luis Toso

Atender reclamos sin otorgar concesiones - Por José Luis Toso
Atender reclamos sin otorgar concesiones - Por José Luis Toso

El gobierno provincial procura no dar ningún paso en falso en lo que se refiere a la cuarentena. Mendoza tiene uno de los núcleos urbanos más importantes del país y en él se concentra la mayor parte de su población. ¿Cómo arriesgarse a salir del libreto que ordena el Ejecutivo nacional?

El viernes, el presidente Fernández abrió la puerta a la posible flexibilización del aislamiento dispuesto para todo el país, pero fue enfático al aclarar que, no obstante ello, ni en la ciudad de Buenos Aires y el conurbano ni en ningún otro conglomerado de esas características del resto de las provincias estaban dadas las condiciones para cambiar las reglas de juego puestas en práctica desde el 20 de marzo. Incluso, Mendoza fue mencionada por el jefe del Ejecutivo nacional cuando puso ejemplos de zonas muy pobladas.

Rodolfo Suárez tomó esa definición del Presidente como contención ante la avalancha de planteos que le llegan a diario tanto desde los municipios como desde casi todos los ámbitos del sector privado. “En Mendoza la cuarentena va a seguir siendo de estricto cumplimiento, con mayores controles y sin posibilitar ninguna otra actividad que no esté habilitada por el decreto nacional”, tuiteó el mandatario provincial en la mañana de ayer.

Es que la demanda que ya existía de los sectores de la producción, la industria y el comercio locales puede aumentar en lo sucesivo alentada por esa señal que dejó Fernández al permitirles a los gobernadores propuestas para flexibilizar la cuarentena cuando se trate de zonas de bajo riesgo. En la semana un sector del empresariado mendocino planteó la posibilidad de regionalizar los alcances del actual aislamiento. Pero en esta provincia esa alternativa no es muy viable por el momento, según entienden en el Gobierno local, e intentar diferenciar a las zonas supuestamente potables para bajar el aislamiento puede resultar engorroso e inequitativo con el actual escenario sanitario. Se sigue esperando el pico de contagios en el país durante el mes de mayo; las cifras hasta ahora son alentadoras aquí pero nada asegura que las sonrisas de hoy se transformen de un día a otro en gestos de preocupación. No se descarta que los testeos locales del virus golpeen más de lo previsto, haya muchos casos positivos y todas las miradas necesariamente se vuelquen hacia los centros asistenciales.

Desde el entorno del Gobernador destacan que la semana pasada, tras la videoconferencia de todos los mandatarios con el presidente de la Nación, Suárez respondió al pedido de la Casa Rosada y remitió su documento con los posibles casos de flexibilización local. Una especie de compendio entre los pedidos (¿o súplicas?) de los intendentes y de los referentes de las distintas ramas del sector privado, agobiados por el cese forzado de las actividades. Los protocolos por área fueron diseñados bajo el control del ministro Enrique Vaquié.

Los jefes departamentales siempre son receptores de reclamos e inquietudes de los distintos anclajes productivos y del comercio radicados en sus respectivas jurisdicciones. Con mayor razón los que están alejados del Gran Mendoza. Pero también desde los departamentos se escucha la necesidad de recibir recursos frescos que permitan hacer frente a los compromisos municipales. La recaudación de cualquier comuna, en el actual contexto, se torna mínima.

Un reclamo de reparto de recursos que enviará la Nación surgió en la semana de los “caciques” del justicialismo con apoyo de la senadora nacional Anabel Fernández Sagasti. Es un tema a contemplar por el Gobierno, que no tiene la obligación de hacer el pretendido reparto si se basa sólo en lo que indica la ley que creó los ATN. Pero siempre es posible pensar en excepciones; las crisis muchas veces las justifican.

Los seis intendentes del peronismo no quieren dejar pasar tiempo con respecto a su pedido. El modelo coparticipable les aseguraría fondos que significarían un enorme paliativo ante el mantenimiento de servicios municipales que impone la actual emergencia. Saben que ser opositores en el marco provincial les permite alzar más la voz que sus pares del oficialismo, seguramente tan necesitados como ellos pero llevados a guardar silencio por cuestiones obvias. Pero tampoco quieren sospechar en el PJ que por alguna otra vía o rótulo esos colegas gocen de algún favoritismo. Cuentas claras conservan la amistad, dijo con alguna sonrisa un justicialista consultado. Del lado del Gobierno entienden la preocupación de los municipios pero también explican que la baja en la recaudación tributaria, como consecuencia de la inactividad del sector privado obliga a cuidar cada peso que ingresa.

Volviendo a las inquietudes del empresariado local, en el Gobierno tomaron nota del planteo que hizo la Unión Industrial de Mendoza, que emitió un d debe ocumento en el que destacó los problemas de una mayoría de empresas locales para pagar los sueldos de marzo a sus empleados, situación que, entienden, se agravará cuando se tenga que hacer frente a los compromisos de abril.

También se le recomendó al gobierno local la formación de una mesa intersectorial para que los privados puedan aportar y ayudar a los poderes del Estado a tomar soluciones en un año tan difícil en lo económico y fiscal. Pero así como los máximos representantes de la industria, el comercio, los servicios y el trabajo le plantearon en la semana a Alberto Fernández algunas ideas para flexibilizar la cuarentena que luego el Presidente resolvió postergar por lo menos hasta el domingo 26, en la misma línea se expresó ayer el jefe del gobierno mendocino. Lo que no habría que descartar es que, como sugiere el empresariado local, el presupuesto anual de la Provincia, objeto de varios meses de tironeos por la deuda en dólares que pedía Suárez, tenga replanteos en su momento para adaptar los números a una realidad insospechada hasta no hace mucho.

Hay sectores de la economía de Mendoza que están muy comprometidos, se admite en el oficialismo. Pero no todo depende de las buenas intenciones desde los ámbitos de poder sino de una mirada de la realidad que también ponga en la balanza la situación humanitaria. La economía se puede recuperar, pero una vida no, suele decir el Presidente cuando habla del abordaje del coronavirus en el país; es muy difícil ir en sentido contrario.

Tal vez por eso también ayer el Gobernador apuntaló los pasos prometidos por la Nación ante la pandemia. “Va a desembolsar (el Ejecutivo nacional) lo que haga falta para que a ningún argentino le falte comida”, enfatizó Suárez, que también buscó transmitir tranquilidad con respecto a la asistencia crediticia que requiere la gran mayoría de las pymes.

Sin necesidad de caer en una suerte de autoritarismo, una situación de emergencia como la que se vive  debe ser conducida con convicción desde la Nación. Es lo que han reconocido las autoridades locales luego de algunas situaciones previas que generaron desinteligencias ya superadas.  El mismo criterio debe regir en el escenario local.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA